martes, 6 de mayo de 2008

TRABAJAR PROFESIONALMENTE EN EL AULA

Mucho es lo que me he acordado de mi dos profesores. Recuerdo a inicio de semestre la presentación de la electiva, presentarme y describir el desarrollo del semestre a mis estudiantes, muchos de ellos todavía asisten a la clase poco preparados, apáticos, irrespetuosos y desmotivados.

Recuerdo cuando yo era un estudiante universitario, recuerdo cuando en los primeros semestres celebraba que los profesores no asistieran a clase, para mi eso era excelente, que equivocada estaba en esos tiempos. Aun así leía mis libros antes de que yo fuera a la clase, subrayaba definiciones claves y llegaba a clase preparada con preguntas sobre el texto que no comprendí. Yo sabía que necesitaba dominar el material, porque una vez que me graduara, iba a estar la empresa y yo, no iban a estar los libros y maestros para ayudarme.

Mis compañeros eran muy buenos estudiantes, pero no faltaba el que nos hiciera reír a todos, aquel que se burlaba de cada falla del profesor (como si este fuera perfecto) y claro aquel que quería demostrarle a todos lo rebelde que era y como desafiaba al profesor llegando tarde, probándolo con preguntas maliciosas y saliéndose de la clase cuando quisiera, solo para llamar la atención.

Ahora que analizo, justamente esos dos compañeros no están muy bien en su vida profesional, justamente esos huecos generados a lo largo de su carrera se han hecho visibles en su faceta profesional, lo peor de todo es que seguramente ya a nadie le importa que tan chistosos fueron en la universidad.

Para mi fortuna, tuve la oportunidad de conocer a dos de los docentes que mas me aportaron en toda mi carrera universitaria, me enseñaron a ser exigente conmigo misma, a realizar excelentes presentaciones (que ahora mismo son admiradas por directivos), a ser exigente con la presentación de mis trabajos (ahora veo reflejado en los informes), me enseñaron que ante un mercado sitiado de profesionales uno tiene que marcar la diferencia desde sus inicios y uno inicia en la Universidad, es decir TRABAJAR PROFESIONALMENTE EN EL AULA. Me di cuenta de la importancia de mi trabajo, y también que si yo no hacía mi trabajo de forma correcta, entonces yo sufriría la reputación de ser un mal Ingeniero industrial. Encima de eso, traería la vergüenza a mi profesión.

Mis dos docentes me enseñaron algunas normas básicas en la relación maestro- estudiante, luego de mi corta carrera como docente he incluido algunas sugerencias para los estudiantes, a fin de ayudarlos a actuar profesionalmente en el aula:

1. Ir preparado a clase, le ayudará mucho para poder participar en los debates de clase y hacer preguntas. Los docentes realmente disfrutan de la experiencia de las aulas mucho más cuando los estudiantes hablan. Y créanme, sabemos cuales son los estudiantes que contribuyen. Ir preparado me permite preguntar cosas relevantes.

2. Al hacer uso de la palabra en clase, reflexionar sobre lo que va a decir antes de decirlo.

3. Realiza todos los trabajos! Esmerarse por la presentación y profundidad en los trabajos hace de mí una persona mas preparada.

4. Permanecer despierto durante la clase. Si tiene una condición médica que no le produce somnolencia, explicar esto a los instructores antes de la clase.

5. Apagar los teléfonos celulares (o por lo menos ponerlos en vibración).

6. No cierre sus cuadernos y se preparan para salir hasta que el instructor termine la clase. Hacerlo antes es muy grosera y poco profesional.

7. Preséntese a la clase poco antes de que la clase empiece o a tiempo. Caminar en la clase tarde es sumamente grosero y antiprofesional.

8. No plagiar sobre documentos o exámenes! A quien engaña?... será que en el futuro engañara al gerente de la empresa?

9. No asistir a clase si no estoy interesado en ella. Nada te lo exige, ir para distraer a tus compañeros es de mal gusto y poco profesional.

La profesión de ingeniería Industrial desesperadamente necesita graduados éticos, trabajadores. Lo que no necesitamos son los empleados que quieren un trabajo fácil, recogen su cheque de salario, y van a casa. Veo esta actitud en estudiantes que justamente quieren venir a clasificar, no estudiar, hacer el examen y luego exigir por el resultado obtenido. Explico que mis cursos no surten efecto de ese modo.


Con mis dos profesores tuve que estudiar mucho, realizamos muchísimos trabajos, de hecho nos quejábamos de lo insensible que en ocasiones parecían ante nuestro “sufrimiento”; sorprendentemente, al final del semestre, concluimos que la clase fue lo más duro que alguna vez habíamos tomado, excepto que en ellas aprendí más de lo que han aprendido en cualquier otra clase. Ellos eran duros, justo, pero una fuente de conocimiento y ejemplo.

En conclusión, espero que los estudiantes hayan comprendido en parte la importancia de sus papeles en el aula en la vida profesional que les espera, espero que todos caigan en cuenta lo mucho que repercuten en su carrera y la de sus compañeros. Ahora solo tu tienes que responder: ¿Qué clase de estudiante eres tu?, ¿te estas comportando profesionalmente en el aula?