lunes, 12 de mayo de 2008

CARTA A GARCIA i

Hubo un hombre cuya actuación en la guerra de Cuba, culmina como un astro en su perihelio.
Sucedió que cuando hubo estallado la guerra entre España y los Estados Unidos, palpóse clara la necesidad de un entendimiento inmediato entre el Presidente de la Unión Americana y el General Calixto García. Pero, ¿cómo hacerlo? Hallábase García en esos momentos Dios sabe dónde en alguna serranía perdida en el interior de la Isla. Y era precisa su colaboración. Pero, ¿cómo hacer llegar a sus manos un despacho? ¿Qué hacer?

Alguien dice al Presidente: "Conozco a un hombre llamado Rowan. Si alguna persona en el mundo es capaz de dar con García es él: Rowan".

Cómo el sujeto que lleva por nombre Rowan toma la carta, guárdala en una bolsa que cierra contra su corazón, desembarca a los cuatro días en las costas de Cuba, desaparece en la selva primitiva para reaparecer de nuevo a las tres semanas al otro extremo de la Isla, cruzando un territorio hostil, y entrega la carta a García, son cosas de las cuales no tengo especial interés narrar aquí. El punto sobre el cual quiero llamar la atención es éste:

"McKinley da a Rowan una carta para que la lleve a García. Rowan toma la carta y no pregunta: ¿en dónde podré encontrarlo?".

¡Por Dios vivo!, que aquí hay un hombre cuya estatua debería ser vaciada en bronces eternos y colocada en cada uno de los colegios del universo. Porque lo que debe enseñarse a los jóvenes no es esto o lo de más allá; sino vigorizar, templar su ser íntegro para el deber, enseñarlos a obrar prontamente, a concentrar sus energías, a hacer las cosas, "a llevar la carta a García".

El General García ya no existe. Pero hay muchos Garcías en el mundo. Qué desaliento no habrá sentido todo hombre de empresa, que necesita de la colaboración de muchos, que no se haya quedado alguna vez estupefacto ante la imbecilidad del común de los hombres, ante su abulia, ante su falta de energía para llevar a término la ejecución de un acto.
Descuido culpable, trabajo a medio hacer, desgreño, indiferencia, parecen ser la regla general. Y sin embargo no se puede tener éxito, si no se logra por uno u otro medio la colaboración completa de los subalternos, a menos que Dios en su bondad, obre un milagro y envie un ángel iluminador como ayudante.

El lector puede poner a prueba mis palabras: llame a uno de los muchos empleados que trabajan a sus órdenes y dígale: "Consulte usted la Enciclopedia y hágame el favor de sacar un extracto de la vida de Corregio". ¿Cree usted que su ayudante le dirá: "sí señor", y ponga manos a la obra?
Pues no lo crea. Le lanzará una mirada vaga y le hará una o varias de las siguientes preguntas:
¿Quién era él?
¿En qué Enciclopedia busco eso?
¿Está usted seguro de que esto está entre mis deberes?
¿No será la vida de Bismark la que usted necesita?
¿Por qué no ponemos a Carlos a que busque eso?
¿Necesita usted de ello con urgencia?
¿Quiere que le traiga el libro para que usted mismo busque allí lo que necesita?
Diga: ¿para qué quiere saber eso? Y apuesto diez contra uno a que después de que usted haya respondido íntegramente el anterior cuestionario y haya explicado el modo de verificar la información y para qué la necesita usted, el prodigioso ayudante se retirará y buscará otro empleado para que le ayude a buscar a "GARCÍA" y regresará luego a informarle que tal hombre no existió en el mundo.
Puede suceder que yo pierda mi apuesta, pero si la ley de los promedios es cierta, no la perderé. Y si usted es un hombre cuerdo no se tomará el trabajo de explicarle a su ayudante que Corregio se busca en la C y no en la K; se sonreirá usted y suavemente le dirá: "dejemos eso". Y buscará usted personalmente lo que necesita averiguar.
Y esta incapacidad para la acción independiente, esta estupidez moral, esta atrofia de la voluntad, esta mala gana para remover por sí mismo los obstáculos, es lo que retarda el bienestar colectivo de la sociedad. Y si los hombres no obran en su provecho personal, ¿qué harán cuando el beneficio de su esfuerzo sea para todos?

Se palpa la necesidad de un capataz armado de garrote. El temor de ser despedidos el sábado por la tarde es lo único que retiene a muchos trabajadores en su puesto. Ponga un aviso solicitando un secretario, y de cada diez aspirantes, nueve no saben ni ortografía ni puntuación.
¿Podrían tales gentes llevar la carta a García?

13 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

La Carta a García es una breve reflexión que debemos hacer las cosas bien, sin tener a un superior dirigiendo u ordenando las actividades que por obligación tenemos que hacer. Esta carta nos invita a deliberar sobre la importancia que tiene nuestro rol de trabajador y sobre todo la INICIATIVA en las tomas de decisiones. Es de vital relevancia comprender que hay que trabajar esmeradamente, tomar aprecio al oficio, de modo que todas las actividades que hagamos sean bien vistas y contribuyan al crecimiento o al desarrollo de la empresa.
En fin, esta carta enseña a como ser un buen empleado, que no necesite la figura de un jefe para cumplir con su labor.

Atentamente,
STELLA MARTÍNEZ ATENCIA

Unknown dijo...

Esta carta nos invita a ser buenos empleados, a cumplir con nuestras funciones sin esperar a que nos las esten recordado a cada instante.
personalmente creo que esta motivación depende del clima laboral que se tenga en la empresa ya que todos cuando empezamos en nuestros empleos llegamos con las ganas de dar el 100% y muchas veces nos cortan las alas, depende de la preparación personal para seguir adelante y no dejar que se nos corten las alas o esperar mucho tiempo despues para despertar y volver a ser los mismos del inicio.

Unknown dijo...

esta carta nos permite ver en realidad que tenemos que ser unos trabajadores exelentes en nuestro puestos ,siempre aser las cosas con voluntad e iniciativa ,buscar siempre la forma de realizar las cosas de una manera correta para ir creciendo constantemente en la empresa .

jan carlos dijo...

La carta a Gracia es una reflexión a la eficiencia sin que nos estén dirigiendo todo el tiempo en otra palabras adquirir compromiso con nuestra labor. Además evidencia la importancia de nuestro trabajo.
En realidad esta carta nos da las pautas de como ser un buen trabajador el cual es capas de hacer las cosas por si solo sin alguien que este todo el tiempo presionando para realizar la labor.

Unknown dijo...

La mediocridad es algo en lo que estamos inmersos la mayoría por no decir todos los jóvenes, sin escaparse un gran número de adultos y viejos. Este concepto no nos permite crecer como persona ni profesionalmente, sacamos cualquier tipo de excusa o reparo para no hacer las cosas y necesitamos en muchas ocasiones que nos las den masticadas.
En un trabajo sucede lo mismo hacemos lo que estrictamente nos toca hacer o solo cunado el jefe nos este viendo, no sabiendo que el daño no lo hacemos nosotros mismos. Cuidar el puesto es lo único que pensamos y no en progresar y convertirnos en personas totalmente integra.
En ocasiones hacemos los obstáculos más grandes de lo que son solo por la flojera o pereza mental que manejamos internamente, y bueno como desde que existen las excusas nadie queda mal. “pensemos que tipos de profesionales somos y queremos ser”

ERICK SANTIAGO TORRES FLOREZ

Unknown dijo...

la carta garcia es una carta que nos lleba a refexionar sorbre las cosa que debemos hacwer sin tener a algile a lado para que no este diriguindo es una carta desorosa para el que vova este papel y para despertarnos a todos nosotro de lo que debemos hacer. osea las cosa bien siempre ser unas persona autonomas y eficientes y eficas

luis carlos dijo...

tomar la iniciativa o tener iniciativa es una de las cosas que se nos refleja en esta historia, ya que se muestra que debemos estar en la búsqueda continua de García, es decir ser todos como emprendedores, buscar sin preguntar, donde, como o para cuando lo necesitan, deberíamos eliminar estas palabras de nuestro vocabulario y limitarnos en decir solo lo puedo lograr con mis capacidads, pero no solo decir lo hare sino hacer mucho mas que eso con esta actitud podríamos no solo ser mejores empleados sino llegar a ser unos grandes gerentes.

Unknown dijo...

esta carta nos da a conocer y nos incita a trabajar por iniciativa propia. no debemos hacer las cosas bien solo para que el superior las vea. debemos hacerlas bien para demostrar que somos capaces y que tenemos potencial. para demostrar que estamos en ese puesto porqie lo merecemos y porque no los hemos ganado con nuestro esfuerzo y dedicacion.

Unknown dijo...

esta carta nos lleva a que debemos cumplir con nuestro trabajo pero haciendolas muy bien y sin necesidad de que nos esten llamando la atencion o teniendo al jefe detras de nosotros para porder hacer las cosas bien.

Demostrar que nosotros cumplimos con todo lo que la empresa estaba buscando y ayudar para la empresa tenga una mejor calidad.
ya que debemos comprometernos con nosotros mismo para laborar de la mejor forma o mejor dicho ser eficiente

ERIK FLOREZ MARTINEZ

Unknown dijo...

en realidad muchos de nosotros no tenemos la iniciativa de hacer las cosas por nosotros mismos, tenemos que esperar que alguien nos mande y cuando acatamos esa orden lo hacemos de mala manera creo que lo importante es tener las ganas y el deseo de hacer las cosas bien y con esmero cuando veamos algo hacerlo y no esperar a que alguien nos mande si lo hacemos primero tendremos un gran reconocimiento por parte de las demas personas.

walter guete monatalvo

Unknown dijo...

La Carta a García, nos deja una gran enseñanza que hay que ponerla en practica en el día a día de nuestro vivir, muchas veces en nuestro trabajo, en la casa,con nuestro amigos, en nuestra relación de pareja nos encomiendan o nos delegan fuciones que muchas veces son para beneficio propio y la primera reaccion que tomamos es negativa y luego empezamos a poner muchos trabas que uno mismo se las creas en nuestra mente , para luego sentirnos incapaces de asumir esta misión. De hoy en adelante en mi proyecto de vida tendre muy en cuenta que no debo de limitarme a ningun trabajo, función que se me presente y siempre asumirlo con mucha madurez y sintiendome capaz que lo voy a lograr y logicamente poniendole mucho amor y cero excusas a todo, y seguir siempre optimista y estar seguro que todo nos saldra bien.

harold suarez dijo...

Cuando solo hacemos bien las cosas en el momento exacto, sin esperar el constante acoso laboral por parte de los superiores y sin colocar obstáculos para realizar estas actividades, estamos aplicando el termino carta a garcía, es tener la iniciativa de hacer las cosas que sabemos que se deben hacer, para demostrar a los superiores y a la empresa, el porque estamos en ese puesto y así permanecer en ellos, solo así seremos importantes en esta.

Harold Suárez correa